20 años atrás los vigilantes del INEM José Félix de Restrepo empezaron a acoger a algunos perros callejeros que deambulaban por la Avenida Las Vegas. Cuenta uno de los vigilantes más antiguos de la institución que por ella han pasado unos 40 perros. Inicialmente se les brindó techo, comida y agua. El tiempo fue pasando, algunos murieron y otros desaparecieron.
Actualmente en la institución viven Rafael, Lucy y Nerón. Tres perros que dejaron la dureza de las calles para encontrar un refugio más amable en este colegio. Sin embargo, la tenencia de estos animales no ha sido tarea fácil. “Hace un año la situación de los perros era muy mala”, comenta Alejandro Botero, tecnólogo zootecnista y estudiante de tercer semestre de medicina veterinaria y quien ha tenido a su cargo la valoración médica de los animales.
“La situación ha mejorado un poco”, comenta al explicar que ahora por lo menos tienen un mejor lugar para dormir y agua limpia. Sin embargo, no están en perfectas condiciones. “Tienen pulgas, parásitos y problemas recurrentes de la piel”, explica. A pesar de que la institución ha buscado brindar la atención médica necesaria, no ha sido suficiente porque al interior de la misma no hay un responsable de darles las atenciones requeridas.
Inicialmente los vigilantes fueron los encargados de lograr el bienestar de los animales, por eso, las autoridades del colegio no se involucraron en la situación de los perros pero un cambio en el sistema de vigilancia del colegio empeoró la situación. “Este año la vigilancia del plantel quedó en manos del Municipio de Medellín por medio de una empresa de vigilancia privada”, explica Julio César Velásquez, rector del colegio. En ese momento los perros quedaron prácticamente sin dolientes.
Esta situación llevó a que los estudiantes de undécimo grado se movilizaran para mejorar las condiciones de los animales. “Es la primera vez que los estudiantes se llenan de tanto valor y coraje”, comenta Alejandro Botero. Con una campaña de sensibilización, reuniones con rectoría y el apoyo de grupos defensores de animales de la ciudad algunos estudiantes han abanderado una campaña que busca un solo objetivo: lograr el máximo bienestar para los animales.
Esta movilización, sin embargo, no ha sido fácil. “Hemos estado poniendo carteles y alguien nos los está arrancando”, comenta uno de los estudiantes. A pesar de esto ellos no desfallecen y gracias a su persistencia han logrado comprometer a las autoridades del colegio para que se encarguen de recuperar los perros y brindar las condiciones para encontrarles un mejor hogar. “Nosotros queremos mucho a los perros pero preferimos que se los lleven si se van a seguir muriendo”, comentó uno de los estudiantes.
